miércoles, 11 de diciembre de 2013

EN BUSCA DE LA QUIETUD...RIGÜELO E IZAS.

Rigüelo e Izas han sido los dos valles que hemos visitado este primer fin de semana de diciembre, no nos son desconocidos, ni mucho menos, pero en vista de la avalancha de gente que inundaba todo el Valle del Aragón hemos ido a ellos en busca de lugares solitarios, salvajes, de una belleza intacta, donde reina el silencio y por ende...la quietud.
Valle de Rigüelo. Lecherines y Mallos al fondo.
Las manecillas del reloj se detienen, es el sol quien domina y marca el ritmo de estos inhóspitos parajes, esta vez, las primeras nieves de un incipiente invierno nos reciben, en menor cantidad de la esperada, es verdad, pero suficiente para dejarnos fluir.

A punto de poner esquis....saborea la bajada.
La última pala que da acceso al collado de Lecherines está muy venteada, la nieve está muy dura y las piedras afloran, decidimos quitarnos los esquis y subir a pié, a nuestra derecha los Mallos de Lecherines nos trasladan a tierras italianas, a los Dolomitas donde emergen las Tre Cime de Lavaredo.

Parte del descenso...a disfrutarrrrrrr.
Llegamos al collado por una corta pero bonita arista de nieve, gozamos de las vistas hacia el Valle del Aragón mientras saciamos el apetito, el paisaje es espectacular, no cambiaría el mejor plato del mejor restaurante del mundo por el bocadillo de tortilla de patata con pimiento del día anterior con el que engañamos al estomago, estos momentos si que son cinco estrellas..... La primera parte del collado la descendemos con crampones y piolet, más abajo, nos calzamos los esquis con los que llegaríamos apurando los regueros de nieve hasta la altura del pequeño refugio de Rigüelo. Anocheciendo llegamos al coche, una parada en el bello pueblo de Aisa para callejear un poco, contemplar su enorme y peculiar iglesia y tomar algo, y marcha a Villanúa donde teníamos instalado nuestro "campo base".

Iglesia de Aisa.
En la sobremesa de esa misma noche decidimos el plan para el día siguiente, huyendo del bullicio y de la muchedumbre que inunda las estaciones de esquí del Valle elegimos el Canal de Izas como lugar para disfrutar del silencio, llenar los pulmones de aire "fresco" y alegrar las vistas con su espectacular paisaje nevado.
"La historia del agua" Cascada de hielo del Canal de Izas.
El Coll de Ladrones, atalaya situada entre Canfranc Estación y Canal Roya, es la puerta de acceso al Canal de Izas, que encajonado entre grandes paredes al inicio da paso a un amplio valle en forma de "U" que nos permite de forma natural llegar hasta el Valle de Tena contemplado a su paso el espectacular Campanal de Izas y cimas como la Pala de Ip y la impresionante Punta Escarra con su corredor N que hace las delicias de los alpinistas en invierno cuando la nieve lo cubre.
Cordada de 3 en la parte alta de la cascada de hielo.
Teníamos curiosidad por conocer este valle tan recorrido en una época del año en la que nunca nos había dado por visitarlo, especialmente queriamos conocer sus famosas cascadas de hielo que se forman durante el invierno, este año la nieve y el frio "prematuros" han permitido la formación de estas catedrales de hielo, espectaculares e impresionantes, una de ellas, la llamada "La historia del agua", aún así habrá que esperar a que regrese el frio para poder ver el Canal de Izas en plenitud, volveremos que hay alguna travesía pendiente y por que no, a picar algo de hielo y no para hacer granizados...jejeje. !!!Que el ritmo no pare!!!
Escalando el primer largo de "La historia del agua".
Otro fin de semana espectacular en el Pirineo, alguna fuerza oculta nos atrae hacia el.... (Ander "Juanito" & Aitor "Calleja").

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